Aumenta la mortalidad materna: el impacto silencioso de la Covid-19 en América Latina
Aumenta la mortalidad materna: el impacto silencioso de la Covid-19 en América Latina PANDEMIA. La magnitud de la emergencia
Haz click sobre cada punto del mapa y tendrás los detalles sobre el acceso y garantía de estos derechos.
Los sistemas de salud de todo el mundo enfrentan serios desafíos derivados del rápido aumento en la demanda generada por el brote de COVID-19. Sin embargo, los servicios de salud que garantizan los derechos reproductivos no pueden quedar atrás.
Los últimos meses han dejado claro que la llegada de la COVID-19 a la región ha profundizado brechas y desigualdades previas que repercuten en la capacidad de niñas, adolescentes y mujeres de ejercer sus derechos con autonomía. En particular, el acceso a servicios de salud reproductiva se ha visto postergado por la emergencia sanitaria, con graves consecuencias para la salud y la vida de miles de personas.
Este proyecto “La salud reproductiva es vital” nació con el objetivo de monitorear las respuestas que los Estados de América Latina han proporcionado para garantizar el acceso a los servicios de salud reproductiva.
Este 2020 nos ha demostrado, concretamente, cómo la planificación, implementación y presupuesto de las políticas públicas que garantizan el acceso a estos servicios está lejos de tener una mirada de género para la búsqueda de soluciones en el corto, mediano y largo plazo.
Esta iniciativa busca acercar las demandas de las mujeres, incluidas las más excluidas, para llevarlas al centro del debate. Queremos que quienes toman las decisiones consideren estas necesidades, para evitar que queden expuestas a la violencia de género, embarazos forzados, alza en las tasas de mortalidad materna e incidencia de contagio de Infecciones de Transmisión Sexual, entre otras.
Queremos incidir en las acciones de los Estados frente a la pandemia por
COVID-19, para lograr mejorar las políticas públicas que garantizan la
salud reproductiva como un derecho humano particularmente sensible al
género.
En primer lugar, desarrollamos un documento con recomendaciones
concretas de acciones a ser implementadas durante la crisis sanitaria, a
partir de los compromisos internacionales de los Estados de la región en
materia de salud reproductiva. Con este documento llegamos a distintos órganos internacionales que hoy acuerdan en la importancia de mantener
los servicios de salud reproductiva que son esenciales y urgentes para la
protección de la vida y la salud, en especial de las mujeres, niñas y
adolescentes.
En paralelo, en marzo se puso en marcha un inédito monitoreo en nueve
países de la región latinoamericana. Esto, con el objetivo de revisar las
respuestas de los Estados para garantizar las prestaciones que fueron declaradas como esenciales en materia de salud reproductiva por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de un estudio sistemático y estandarizado por medio de
indicadores cuantitativos y cualitativos, diseñados específicamente para
este estudio regional, que buscan dar seguimiento a los aciertos y obstáculos para garantizar la salud reproductiva. Este monitoreo regional comprende los meses de marzo a septiembre de 2020. Su sistematización nos permitirá presentar un estado de situación regional único a nivel global.
A partir de este trabajo, esperamos aportar datos indispensables para
exigir una “rendición de cuentas” a los Estados e identificar buenas
prácticas y desafíos para la garantía de los derechos reproductivos en la
región.
Los sistemas de salud de todo el mundo enfrentan serios desafíos derivados del rápido aumento en la demanda generada por el brote de COVID-19. Sin embargo, los servicios de salud que garantizan los derechos reproductivos no pueden quedar atrás.
Los últimos meses han dejado claro que la llegada de la COVID-19 a la región ha profundizado brechas y desigualdades previas que repercuten en la capacidad de niñas, adolescentes y mujeres de ejercer sus derechos con autonomía. En particular, el acceso a servicios de salud reproductiva se ha visto postergado por la emergencia sanitaria, con graves consecuencias para la salud y la vida de miles de personas.
Este proyecto “La salud reproductiva es vital” nació con el objetivo de monitorear las respuestas que los Estados de América Latina han proporcionado para garantizar el acceso a los servicios de salud reproductiva.
Este 2020 nos ha demostrado, concretamente, cómo la planificación, implementación y presupuesto de las políticas públicas que garantizan el acceso a estos servicios está lejos de tener una mirada de género para la búsqueda de soluciones en el corto, mediano y largo plazo.
Esta iniciativa busca acercar las demandas de las mujeres, incluidas las más excluidas, para llevarlas al centro del debate. Queremos que quienes toman las decisiones consideren estas necesidades, para evitar que queden expuestas a la violencia de género, embarazos forzados, alza en las tasas de mortalidad materna e incidencia de contagio de Infecciones de Transmisión Sexual, entre otras.
Queremos incidir en las acciones de los Estados frente a la pandemia por COVID-19, para lograr mejorar las políticas públicas que garantizan la salud reproductiva como un derecho humano particularmente sensible al género.
En primer lugar, desarrollamos un documento con recomendaciones concretas de acciones a ser implementadas durante la crisis sanitaria, a partir de los compromisos internacionales de los Estados de la región en materia de salud reproductiva. Con este documento llegamos a distintos órganos internacionales que hoy acuerdan en la importancia de mantener los servicios de salud reproductiva que son esenciales y urgentes para la protección de la vida y la salud, en especial de las mujeres, niñas y adolescentes.
En paralelo, en marzo se puso en marcha un inédito monitoreo en nueve países de la región latinoamericana. Esto, con el objetivo de revisar las respuestas de los Estados para garantizar las prestaciones que fueron declaradas como esenciales en materia de salud reproductiva por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de un estudio sistemático y estandarizado por medio de indicadores cuantitativos y cualitativos, diseñados específicamente para este estudio regional, que buscan dar seguimiento a los aciertos y obstáculos para garantizar la salud reproductiva. Este monitoreo regional comprende los meses de marzo a septiembre de 2020. Su sistematización nos permitirá presentar un estado de situación regional único a nivel global.
A partir de este trabajo, esperamos aportar datos indispensables para exigir una “rendición de cuentas” a los Estados e identificar buenas prácticas y desafíos para la garantía de los derechos reproductivos en la región.
Conoce los primeros resultados del Monitoreo Regional desde la Sociedad Civil sobre el acceso a los servicios de salud reproductiva durante la pandemia. Conoce sus experiencias.
Tú también puedes ser parte de esta iniciativa, visibilizando la realidad sobre la salud reproductiva en Latinoamérica y exigiendo a los Estados que garanticen estos derechos sin restricción.
Estamos en un momento clave para trabajar en que los Estados cumplan con sus obligaciones en materia de salud reproductiva. Tenemos la oportunidad histórica de colaborar, abrir el diálogo sobre la base de la evidencia para empezar a discutir en serio la salud reproductiva, no sólo como un tema sanitario, sino como derechos que deben ser garantizados como esenciales, aún en contextos de crisis.
Las mujeres están abortando, y algunas están, por suerte, llegando a estas redes feministas, pero muchas otras no, lo que nos dice que el servicio de salud pública está ejerciendo barreras muy graves para la vida y salud de las mujeres e impidiendo de manera sitematica el acceso a un servicio tan esencial como el aborto y el de atención de complicaciones obstétricas.
La llegada del coronavirus sin duda cambió al mundo, pero es una oportunidad para reconfigurar cómo operan y se garantizan servicios importantes como la salud reproductiva, aún en situaciones de crisis sanitaria como la que atravesamos hoy.
Trabajamos con sistemas de salud con una lógica biomédica, que tiene sinergias con una visión patriarcal y una creciente mercantilización de la salud. Todos esos factores en combinación con la pandemia tienen impactos devastadores en la salud de las mujeres
La salud reproductiva es esencial porque para nosotras, las mujeres, es imposible pensar en realizar un proyecto de vida sin poder controlar nuestras intenciones y capacidades reproductivas
Debemos considerar qué es lo que está pasando con las mujeres migrantes, con las mujeres indígenas, con discapacidad. Estas suspensiones o violaciones de derechos les afecta mucho más que al resto de la población
La salud reproductiva es esencial porque para nosotras, las mujeres, es imposible pensar en realizar un proyecto de vida sin poder controlar nuestras intenciones y capacidades reproductivas.
Los Estados tienen la responsabilidad de garantizar políticas públicas que mejoren la vida de todas las personas que están bajo su territorio. Eso es algo que se puede hacer con los recursos que se disponen, pues los servicios de salud reproductiva son, en general, de muy bajo costo y de muy alta rentabilidad, en tanto contribuyen de manera efectiva a reducir las desigualdades
Tú también puedes ser parte de esta iniciativa, visibilizando la realidad sobre la salud reproductiva en Latinoamérica y exigiendo a los Estados que garanticen estos derechos sin restricción. Descarga nuestro material, compártelo en tus redes sociales y súmate a nuestra comunidad.
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